Por eso, Judith ha recibido el Premio Ortega y Gasset de periodismo digital por su blog Ciudad Juárez, en la sombra del narcotráfico, un galardón que añade a su valor profesional y ejemplarizador un estímulo pecuniario de 15 mil euros.
No solo periódicos, sino blogueros del mundo han destacado la personalidad y valentía de esta sonriente mujer de prensa que se enfrenta con la única arma de su pluma a la crueldad y la mafia narcotraficante que imperan en esa martirizada ciudad en guerra.
Allí, donde los asesinos entran en los restaurantes y disparan contra la gente para aterrorizar y hacer sentir que las metralletas mandan en la ciudad, Judith Torrea ha hecho sentir su voz y ha difundido su testimonio al mundo.
Ella se mantiene firme a despecho de las informaciones que le llegan a diario y que le dicen al oído que en los primeros cinco meses de este año han sido asesinados 42 periodistas en el mundo por enfrentarse unas veces al poder “constituido”, a las delincuencias organizadas o permanecer entre dos fuegos en las sociedades en conflicto.
La periodista Angélica Tanarro, de la edición digital de Nortecastilla de España, escribió que Judith vive y trabaja en Ciudad Juárez, “donde nadie se atreve a vivir, en la ciudad donde la muerte ya ni siquiera es noticia y donde todos los crímenes parecen encontrar asiento seguro. Y ella hace que me sienta orgullosa de ser periodista”.
De Judith han dicho también que “es una de esas reporteras que ha sabido desafiar al miedo y demostrar la utilidad y versatilidad de las nuevas tecnologías a la hora de ejercer un periodismo profesional de calidad, al servicio de la comunidad, capaz de sacudir la conciencia pública”.
El jurado que le otorgó el Premio Ortega y Gasset de periodismo digital tuvo en cuenta el valor testimonial y el tratamiento periodístico que Judith le dio a “uno de los dramas más graves y brutales de nuestro tiempo”.
Judith Torrea es natural de Ilarregui, Navarra, donde nació hace 37 años, atravesó la frontera entre Estados Unidos y México trece años atrás para visitar Ciudad Juárez y se quedó a vivir allí, conmovida al descubrir que “había pobreza, droga, prostitución, pero mucha dignidad. Aquello me impactó y me atrapó”.
Una información periodística dijo que “hoy (Judith) es la única periodista extranjera que vive en Ciudad Juárez, la ciudad más peligrosa del mundo”.
Ahora es corresponsal de la agencia alemana DPA en Ciudad Juárez y se ha especializado en el área periodística de investigación del crimen organizado, algo así como ingresar todos los días al infierno y salir de entre las llamas sin una sola quemadura.
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