miércoles, 21 de abril de 2010

PRENSA: CRISIS Y CRISIS MORAL


Un estudio de Paul Starr lanza desde su título la voz de alarma: “Goodbye to the Age of Newspapers (hello to a New Era of Corruption (Adiós a la Era de los Diarios. Aquí llega una nueva Era de Corrupción).

Starr es profesor de Comunicaciones y Asuntos Públicos en la Escuela Woodrow Wilson de la Universidad de Princeton, y su trabajo se refiere a la crisis económica que afecta a la prensa en Estados Unidos y que amenaza con aumentar el nivel de corrupción pública en ese país.

Sobre los problemas económicos, señala: “La devastación es ya sustancial. En Los Ángeles Times, el efecto acumulativo de los recortes ha sido reducir a la mitad su redacción, y eso fue antes de que su matriz, Tribune, se declarara en bancarrota. Otra compañía que se ha desplomado por las deudas, la cadena MacClatchy, que incluye The Sacramento, The Miami Herald y 28 otros diarios, despidió un cuarto de su personal el año pasado, y, de acuerdo a un ejecutivo, la redacción está ahora ‘cerca del hueso’”.

La causa es la baja en la circulación y el avisaje.

Luego viene la otra amenaza: “El peligro de una cobertura noticiosa reducida es la integridad del gobierno”, expresa Starr. No es proposición especulativa que la corrupción puede florecer cuando los que están en el poder tienen menos razón para temer denuncias. El Banco Mundial produce un índice anual de la corrupción política en el mundo, basado en sondeos a la gente que realiza negocios en cada país. En un estudio publicado en The Journal of Law, Economics, and Organization, Alicia Adsera, Carles Boix y Mark Payne examinan la relación entre corrupción y ‘la libre circulación de diarios por persona’… ellos encuentran una fuerte asociación: cuanto más baja la libre circulación de diarios de un país, más alto es el índice de corrupción”.

Starr precisa que cuando eran financieramente fuertes, los diarios eran capaces de invertir no sólo en proyectos de investigación de largo plazo, sino también de mantenerse firmes contra la presión de políticos y empresas que buscan suprimir informaciones desfavorables.

Starr se refiere a crisis y sumisión de la prensa en Estados Unidos. Si hubiese sabido lo que ocurre en países como el Perú, hubiera ampliado su desazón.

Hace meses comentamos el libro El precio del silencio, publicado en Nueva York, el 2008, por el Open Society Institute. Ahí se recorren diversas formas de censura indirecta ejercida por gobiernos en América Latina. Una de ellas es la publicidad que el Estado paga, no para servir el interés público, sino para comprar la línea editorial.

Quien recorre espacios periodísticos de prensa, radio y televisión en el Perú sabe que en casi todos suena la misma voz, la voz del amo. En estos días suele ser la voz de Jorge del Castillo.

Publica: La Primera (21/04/2010)

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